Labret en el labio. ¿Realmente son tan peligrosos?

Hola. Lo primero estoy encantada de formar parte de esta comunidad, espero que a pesar de ser mi primer mensaje, cumpla estrictamente con las normas que he leído. Sencillamente, ruego opinión general sobre los piercings en el labio. Los labrets 'sencillos' (no sé cómo llamarlos exactamente), por ejemplo, están totalmente desaconsejados porque desgastan el esmalte, retraen las encías y pueden terminar en la pérdida del diente, aunque se asegure que los materiales como el bioflex reducen al mínimo este riesgo. Los vertical labrets ahorran ese problema pero aseguran que al estar en zona de intenso movimiento el agujero se ensancha fácilmente. Entre otros datos. ¿Qué opinión os respecta a quiénes hacéis, lleváis o adoráis estos piercings (u otros del labio que no haya mencionado), es tan fatalista todo como se cree o realmente hay gran parte de verdad en estas afirmaciones?

¡Gracias de antemano!

La verdad que a mi los piercings en zonas con movimiento constante no me gustan nada, os cuento mi experiencia con mis piercings, uno de ellos el labret vertical.

Todo comenzó siendo yo un joven y alocado adolescente, cuando empezaban a verse los primeros piercings fuera de la oreja, allá por el 2006 creo recordar.
Descubrí un estudio en un pueblo cercano, y animado por la moda del momento me dispuse a realizarme mi primer piercing, como no, en la ceja.

En pleno auge del movimiento cani/flamenquito supongo que se puso esa zona bastante de moda por el avance de grupos como Andy y Lucas, Los rebujitos y demás grupos del momento, junto con la aparición estelar de los tribales.
Total que me hice mi piercing en la ceja, pero ohh dolor, cuando empece a entrenar en deportes de contacto, antes de la clase me lo sacaba, después me lo volvía a poner, y así hasta que deje de ponérmelo, porque total, también deje de tenerle aprecio y ya la novedad del momento había pasado en mi, así que unos 5 meses después de perforarme la ceja, acabo mi camino con esta joya puesta encima de mi ojo, tampoco lo eche de menos.

Unos años mas tarde, empece con la etapa de ligoncete veinteañero, y claro el piercing en la lengua pues era algo muy poco visto y algo impactante por aquí por mi zona, y pensé,¿porque no?
Allá que me dispuse a pincharme la lengua.
Las primera semanas todo bien, buahh como lucia ese piercing en la lengua, solo 2 o 3 en el pueblo lo llevábamos, y era como... -ehh tío, mira el loco ese que se ha perforado la lengua, jajaja, ibas levantando cierta curiosidad a algunas chavalitas, y pues... eso molaba.
Recuerdo la ultima vez que lo lleve puesto, estábamos en la puerta de un garito de mi ciudad, en la que llega un amiguete con una bolsa de cacahuetes y allá que empezamos a picotear todos los que estábamos allí, cuando de repente, note el frio del acero romperme un molar de un mordisco mal dado, si amigos si, me rompí una muela al morder la bola de acero del piercing, esa misma noche, terminaron mis andanzas con la pieza colocada en la lengua, y el jugueteo constante de bolita arriba, bolita abajo.

Tras unos años y encontrar a mi actual pareja deje de llevar perforaciones, ya que tampoco es que me atrajesen mucho, pero bueno, de joven ya sabéis lo que pasa.
Todo esto cambio cuando mi señora se saco el curso de piercings y anillado corporal, ¿ya os haceis una idea de quien fue su conejillo de indias verdad?
Pues si, exactamente aquí tenéis al conejillo de indias.
Nada mas llegar del estudio me dijo que quería probar algo que no hubiese hecho en las practicas, así que le deje que me hiciera el labret vertical, y que queréis que os diga, me duro 3 meses, cuando ya me harte de no poder beber bien, de no parar de jugar con la pieza todo el rato, de arriba a abajo y la costosa cicatrización que conlleva, decidí quitármelo.

Unos meses mas tarde, después de insistirme, y también influenciado por el alcohol (chicos esto nunca debe realizarse), llegamos a casa y le dije, cariño hazme el septum, allá que ella tampoco se lo pensó demasiado, me engancho la nariz con las pinzas y con la aguja cual matador para darle el estoque final al ultimo toro de la tarde, empujo la aguja por el filo de mi nariz y menuda sorpresa cuando vio que la aguja no pasaba, lo intento varias veces y no había manera, me sentia un iron man, un tío indestructible en ese momento, pense - si me autotatuo ahora, parto la aguja... Gracias doy de no haberlo hecho, ni el septum, ni autotatuarme, dios sabe que hubiera salido esa noche...
Al final acabo haciendome un nostril sencillo en un lado de la nariz, bonito y nada molesto, y oye aquí ando ahora con mi arito recién cambiado, hasta quien sabe lo que durará.

Y eso es todo de momento en mi experiencia con los piercings, espero que os haya gustado y vemos mas opiniones y experiencias de los compañeros.

PD: Decir que cuando comence a tutuar, tambien tome a mi señora como muñeco de practicas, otro día contare la experiencias con el tema del tatuuuuu.
A cuidarse gente, proximamente en los mejores cines.